Uno de los protagonistas del cortometraje señala que el duende puede estar debajo de un olivo, de una maceta de gladiolos o entre las dos palmeras de la plaza, y así es, Ojén destila duende en todos sus rincones. Con este latido permanente Rubiales, Anaya y Olivera tomaron el pulso a través de una cámara de vídeo al flamenco ojeneto, a la esencia de un saber popular y ancestral que se vive en la villa de una manera muy personal. Se mamaba desde la cuna, en los bares a altas horas de la madrugada, al cobijo de un buen toque o en el arranque impulsivo e improvisado de un vecino, por poderes. El tiempo pasa y pese a que Ojén conserva uno de los mejores festivales de flamenco de la provincia y una peña que se afana en generar activos con conciertos y conferencias, algo de esencia se ha escondido. Ojén: el latido del duende repasa con pasión y con sus protagonistas los vericuetos del flamenco en la villa ¿dónde está el duende? ¿dónde se encuentra? ¿cuándo y porqué y cómo aflora?.
Gracias, Gustav
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