Las más de 30.000 personas que se agolparon en el estadio Roberto Meléndez de Barranquilla, Colombia, pudieron presenciar el piscinazo más grande que se recuerde.
Corría el minuto 18 de la primera parte y el delantero del Junior Emerson "Piojo" Acuña, que se encontraba en fuera de juego, se desplomo simulando ser otra víctima más de muerte súbita. El árbitro del partido, José Luis Niño, tras dudar unos segundos decretó la pena máxima ante la incredulidad de los visitantes, la algarabía local y la pasividad de sus ayudantes.
El penalti fue convertido y el partido finalmente acabó empatado en un gol, aunque eso sea lo de menos, ya que el partido será recordado por el penalty.
Niño no podrá estar en las fechas 1, 2 y 3 de los cuadrangulares del presente torneo y en las primeras tres del primer certamen de 2009.
Por otra parte, el asistente Rafael Rivas, que también estuvo en el partido de Barranquilla, no será tenido en cuenta en las siguientes ocho jornadas.
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